Me llega un power por correo electrónico que me ha parecido muy bonito y cuelgo, ¡más vale tarde que nunca!, aunque ya haga rato que hayamos estrenado estación.
La música es de Vivaldi (Las cuatro estaciones); las imágenes, del Museo del Prado e Internet; hay un poema de Miguel Hernández y la composición y el recitado es de Julio Arroyo.
Carpe diem en este locus amoenus que anuncia un beatus ille.
Disfrutemos de la naturaleza (real y artística) mientras podamos: