Las mejores galas: un libro abierto, la boca cerrada, unas medias sin carreras.
Entré en mi facebook como quien pide permiso por llegar tarde a un evento.
Busqué las claves, los links, las palabras exactas. Las cien aventajadas.
Rastreé los mensajes alteregos, las historias de otros seres que viajan en las letras,
las alpargatas raídas de los sentimientos, los pozos que el olvido ha hecho suyos,
los amigos que nunca encuentran tiempo para votar a ciegas, las historias
colmadas de los viejos hogares. Sin boli en mano, con el documento en blanco,
sentí el ardor de un vómito que me mantuvo alerta y el frío de una mullida silla de escritorio
que me ata los pies al suelo que no piso. Revisé mis anécdotas y no tuve nada que decir.

Eduardo Manostijeras said,
mayo 25, 2012 a 6:01 pm
Me gusta, me gusta, je je, el ratoncito y el ratón. Si es que con esto de la informática somos como gatos panza arriba o gatos con guantes a la caza de virus demoniacos. Ah y el tópico de la página en blanco, trasladado a la pantalla, que aterroriza al escritor late en este soberbio micro que, por cierto, tiene cierto lirismo o cierta musicalidad añadida en sus oraciones, como si en vez de líneas fuesen verso, no sé, me parece a mí. ¿Existen actualemente microrrelatos que no sean en prosa?
Un saludo y a seguir con este chulísimo blog.
Eduardo Manostijeras.
Elena Camacho Rozas said,
mayo 27, 2012 a 10:04 am
Gracias, Eduardo Manostijeras. Me alegra que te guste y comparto tu opinión sobre la informática. Y sí, mi idea era recrear el tópico del autor ante la hoja-la pantalla en blanco.
Un saludo y espero volver a verte por aquí.
Elena